En octubre de 2008 la legislatura porteña aprobó el proyecto para la creación de una policía propia de la ciudad de Buenos Aires. Este nuevo cuerpo policial trabajaría en conjunto con la policía federal en la ciudad y saldría a las calles el 1º de octubre de este año. Su actividad estaría destinada a reprimir piquetes y manifestaciones y desalojar indigentes. Guillermo Montenegro, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, afirmó que “Sí o sí hay que poner orden” y aseguró que “la policía porteña va a hacer cesar la infracción, como corresponde, liberando la vía que está ocupada” (Página 12, 29-07-09). En definitiva, vamos a tener un nuevo cuerpo policial para reprimirnos a los que luchamos por nuestros derechos.
Pero esto no es todo. El indicio más claro del carácter que va a tener esta policía es el jefe que ha sido designado para comandarla. Jorge Alberto “Fino” Palacios prestó servicios a la Policía Federal durante la última dictadura. Está acusado por ocultar evidencia de la causa AMIA y por encubrir a los sospechosos. El 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando el pueblo se rebelaba contra la miseria y el atropello a los que lo había sometido el neoliberalismo del gobierno de De la Rúa, Fino salió a reprimir de civil, incluso cuando no estaba de guardia. Y no sólo esto: Palacios también está involucrado en el secuestro de Axel Blumberg: se lehan encontrado registros de llamadas con un integrante de la banda de ladrones de autos que secuestró y asesinó a Blumberg. El currículum de Fino Palacios habla por sí solo; al mando de un represor como él, el cuerpo policial solamente puede tener un carácter represivo.
La concreción de este proyecto en la práctica, no obstante, no es otra cosa que la profundización de la política represiva en nombre de la preservación del espacio público que el gobierno de la ciudad viene llevando a cabo y que se evidencia en el accionar de la UCEP desde hace ya varios meses.
La Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) es un grupo violento de actividades del gobierno, encargado de “preservar” el espacio público a costa de desalojos y represión de grupos de familias de indigentes tanto hombres como mujeres, niños o ancianos que no tienen otro lugar para vivir que las plazas y las calles de la ciudad.
A pesar de esto, no todas son malas noticias. Distintos sectores, ya sea movimientos sociales, sindicatos o partidos y corrientes políticas de todo tipo empiezan a rebelarse. Se ha conformado una coordinadora bajo el nombre La Dignidad No Se Privatiza, que agrupa a las distintas organizaciones que están luchando para que se desmantele la UCEP, y en contra de la Policía Metropolitana a cargo de Fino Palacios. Ésta viene realizando distintas actividades, incluidos cortes de calle y una marcha hace unas semanas a la que concurrieron varios miles de personas. Ahora, el debate sobre la Policía Metropolitana y Palacios se ha planteado en el movimiento secundario, y la lucha se está abriendo en los distintos colegios de la Ciudad. Vemos que el gobierno de Macri no se contenta con recortar becas, destruir colegios, cerrar hospitales. Los jóvenes de Capital no podemos permitir no sólo que avasallen los derechos del pueblo a una vivienda digna (entre los muchos otros derechos, como la educación pública, que este gobierno ha decidido ignorar), sino que además nos repriman cuando reclamamos por lo que es nuestro.
Por eso, El Resto y Desde Bolívar, creemos fundamental y necesario formar parte activa de la lucha del movimiento secundario en la ciudad. La defensa de los intereses de los estudiantes tenemos que llevarla a cabo entre todos, no solamente como activistas en el colegio, sino también fuera de él, en concordancia con la lucha que vienen gestando los compañeros de otros colegios y sectores. Sólo en la unidad del movimiento secundario y social vamos a poder llevar una verdadera lucha por un espacio que también nos toca reclamar y vivir como nuestro, la ciudad.
Nos juntamos para marchar, este Jueves 27 a las 17.30hs, en el Obelisco, en contra de la UCEP, de la Policía Metropolitana y de Fino Palacios.
POR UNA CIUDAD Y UN ESPACIO PÚBLICO PARA TODOS.