Continuemos la lucha por la democratización... 
COPEMOS LA ASAMBLEA UNIVERSITARIA

Este lunes, en el Congreso Nacional y rodeado de un operativo policial, se llevará a cabo la Asamblea Universitaria. Este es el órgano máximo de la Universidad, está compuesto por los consejeros directivos de cada facultad y los consejeros superiores. Su atribución más importante es la de elegir el rector de la Universidad cada cuatro años. El Consejo Directivo de cada facultad está compuesto por: 8 docentes, 4 estudiantes, 4 graduados y ningún no docente, y es el que elige el decano de cada facultad. Sumando los consejeros directivos de las 13 facultades, hay en total 104 docentes (elegidos por sólo 2.000 docentes de los 20.000 que tiene la facultad, dado que no votan ni auxiliares ni interinos quienes representan el 97% de los docentes de la UBA), 52 estudiantes (a pesar de ser 300.000 y el sostén fundamental de la educación) y 52 graduados (aunque no vivan el día a día de la Universidad y estén ajenos a las consecuencias de las resoluciones que se toman). Es decir que 30.000 estudiantes tienen la misma representación que los graduados y la mitad de la de los 2.000 docentes que votan: la antidemocracia numérica está más que clara. Los consejeros directivos de las 13 facultades eligen los consejeros superiores que forman parte del órgano colegiado que gobierna la Universidad: 5 docentes, 5 graduados, 5 estudiantes y los 13 decanos.

La última Asamblea Universitaria se llevó a cabo en nuestro colegio en el año 2006. Durante ese año, múltiples marchas y manifestaciones han demostrado el descontento de miles de estudiantes con el régimen antidemocrático de la UBA, el cual optó por reprimir fuertemente con vallas y carros hidrantes a quienes luchan por una Universidad al alcance de todos. En ese marco, y luego de un año de conflictos, Rubén Hallú fue electo como rector en una sesión extraordinaria en el Congreso Nacional (represión policial mediante). Los decanos de las trece facultades prometían que se reformaría el Estatuto Universitario y se lograría la tan mentada democratización de la universidad.

Alcanza con hacer una cuenta simple para comprender que la siguiente Asamblea Universitaria debía realizarse en el 2010. A pesar de estar programada para el próximo marzo, las autoridades de la UBA, a espaldas de los estudiantes y de la mayoría de los docentes, decidieron adelantar la Asamblea para las vacaciones del 2009, sin estudiantes ni docentes en las aulas. Lo que demuestra que para las autoridades antidemocráticas, la Asamblea Universitaria no es una instancia para discutir el proyecto y definir el futuro de nuestra Universidad sino una mera formalidad a través de la cual pretenden mantener el poder.

Para peor, no habrá discusión plural ni participación democrática: este 14 de Diciembre intentarán reelegir al actual rector Rubén Hallú quien no cumplió su promesa de democratizar la UBA, sino que impulsó un programa de degradación de la educación pública: implementación de la LES, políticas de autofinanciamiento por lo que pretende para contrarrestar la falta de presupuesto vender nuestro Campo de Deportes, continuar con los kioskos concesionados en nuestro Colegio y licitar el comedor estudiantil del Pelle, continuar el negociado de los postgrados arancelados y el sostenimiento de la Universidad a partir de miles de docentes que trabajan gratis, etc.

El resultado de la Asamblea está decidido de antemano, por más de que seamos la gran mayoría de la Universidad los que nos opongamos a estas políticas. Ante esta situación quieren evitar que esta mayoría (estudiantes y docentes) discutamos en las aulas. Saben que esta oposición es fuerte en la Universidad, dado que no han hecho ni una de las reformas que prometieron en el 2006, llegando a cajonear y/o mandando a comisión todos y cada uno de los proyectos que intentaron algún tipo de cambio en el estatuto, lo cual sigue expresando el carácter antidemocrático de los órganos de gobierno de la UBA. En vez de eso, durante el mandato del actual Rector acumulamos un importante número de hechos que atentan contra la Universidad pública, gratuita y de excelencia a la que aspiramos. No sólo no se reformó el estatuto en lo respectivo a la democratización del cogobierno (los consejos directivos), sino que además se cerró la sede del CBC de Merlo, se permitió el ingreso de la policía para desalojar el Comedor Universitario de la Facultad de Sociales, se aceptaron los fondos de la minera contaminante La Alumbrera, se restringió la participación de los estudiantes en las sesiones del Consejo Superior impidiendo el libre ingreso y funcionando con vallado policial en la puerta, y la lista sigue. Estos hechos no hacen más que expresar el régimen antidemocrático en concreto. 
No sólo han adelantado la Asamblea y resuelto ya su veredicto, sino que a esta práctica fraudulenta se le suma una disposición, contradictoria con el Estatuto que ellos se jactan de defender, que supone que será una “sesión especial” con el único propósito de reelegir al Rector, cuando la Asamblea Universitaria tiene la potestad de fijar su propio temario. Esta barbaridad es el marco de ilegitimidad e irregularidad en el que quieren llevar a cabo la reelección.

Durante estos meses, el rechazo frente a esta maniobra ya fue demostrado en numerosas oportunidades, pero el Rectorado parece desoír el pedido de democratización y cambio contra las políticas que degradan nuestra educación. Luego de años de promesas incumplidas sobre la reforma del estatuto en lo que hace al cogobierno universitario, nuevamente harán el intento de reunirse a espaldas de los estudiantes, en el congreso y con custodiados por la policial, para no seguir haciendo sus negocios en detrimento de la educación pública.

Desde [El Resto], rechazamos la política de las autoridades de una Universidad restringida, al servicio de las empresas y aislada de los sectores populares. En cambio luchamos por una Universidad generadora de pensamiento crítico, de excelencia académica y en relación directa con el campo popular. El adelantamiento de la asamblea, sumado al gran despliegue policial previsto y a que sesionará en el Congreso de la Nación −lugar recomendado por la policía− pretende impedir una gran movilización que ponga en jaque la perpetuación del régimen antidemocrático de la UBA. No lo permitamos: salgamos una vez más a las calles para luchar por la Universidad a la que tenemos derecho. Sigamos exigiendo la unificación del claustro docente (para que voten los 20.000), el aumento de la representación estudiantil (que sea proporcional a los 30.000 que existen), la eliminación de los graduados y la inclusión de los no docentes.

Es muy importante tener en cuenta que probablemente mañana se repita el operativo policial -represivo- que se desplegó en 2006, por el cual muchos estudiantes terminaron hospitalizados. Para disminuir la posibilidad de que nos lastimen es importante: usar ropa y zapatillas oscuras (para evitar que se noten las marcas de pintura que dejan los chorros de agua de los camiones hidrantes) y cómodas; un pañuelo (por si tiran gases lacrimógenos poder cubrirse el rostro); y sobre TODO, ir todos juntos en una columna compacta con los estudiantes universitarios. Para ello proponemos reunirnos hoy a la noche a partir de las 11 horas en la Facultad de Sociales (M.T. de Alvear 2230), para mañana temprano (5 a.m.) poder salir todos juntos y con estudiantes universitarios al Congreso. No es alarmismo, es precaución.

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